Nuestra historia
La Casa se fundó en el año 2002, con la intención de dar hospedaje a rocieros, turistas y gente interesada en conocer más de cerca el entorno y costumbres de la aldea.
Sus fundadores se centraron en dar un trato muy directo, hospitalario y familiar a sus huéspedes, transmitiéndoles desde su llegada una conexión directa con la esencia del lugar, enmarcada en un medio inigualable y singular.
Desde su nacimiento, hemos intentado transmitir cercanía y confortabilidad. Que todo el que venga desconecte y descanse con comodidad.
Nos sentimos orgullosos de tener una clientela fiel, la cual se ha ido incrementando con el paso de los años.
Desde su apertura hasta el año 2015 (cuando hicimos un parón en la gestión de la Casa), han pasado por nuestras instalaciones todo tipo de personalidades: actores, cantantes, gente destacada del mundo del caballo… los cuales además encontraban un lugar de descanso para sus animales, gracias a nuestras amplias y equipadas cuadras.
Igualmente, han sido cientos de fieles rocieros los que han encontrado en nuestra Casa un remanso de paz, un lugar de descanso para el calor de la Aldea en verano, un hogar cálido del húmedo frío del invierno de nuestra tierra.
Contamos con cientos de anécdotas e historias con cada uno de ellos, y ante tanto sentimiento demostrado, hemos vuelto con más fuerza y ganas que nunca.
Nuestra Casa Rural El Sombrero reabre sus puertas con sus fundadores al frente, totalmente renovados, pero conservando nuestra esencia.
Nuestras habitaciones han sido diseñadas para que todos nuestros huéspedes logren viajar por los parajes del entorno natural de Doñana.
Nuestras zonas comunes recuerdan que nos encontramos en El Rocío, lugar de fe y devoción, y rodeados del Parque Nacional de Doñana, con su increíble fauna y naturaleza.